Profesor Don Antonio Bargés Barba
Graciela Z. de Camacho /El Mundo de Córdoba
México 22 de agosto, 2008
Aun cuando habrá algunas personas que conociendo la sencillez y la modestia con la que a nuestroprofesor le gustaba vivir, crean que esto no es necesario, yo estoy de acuerdo en que en esta ciudad adonde vivió y a la que amó y dio lo mejor de sí mismo, le rinda honor a su recuerdo poniéndole su nombre al puente recientemente construido por el rumbo donde el vivió.
Fue mi maestro quien me dio la luz del entendimiento, haciendo sus clases siempre amenas, mostrándome lo importante que es el saber, poniendo en cada uno de nosotros el deseo de superación y muy especialmente enseñándonos el amor a nuestra Patria del cual fue hijo adoptivo por voluntad propia.
Don Antonio fue un idealista que luchó hasta donde pudo por sus ideas y por su país y cuando la derrota fue eminente tomó rumbo hacia otra patria que le recibió con los brazos abiertos, pues Don Lázaro Cárdenas sabía bien que esta fuga de cerebros españoles contribuiría en nuestro país a su mejoramiento con los muchos conocimientos que traían. Estos refugiados españoles aumentaron en nuestro país el avance que ya México tenía, porque justo en esas épocas florecía la cultura mexicana en todos sentidos.
La vida en el colegio “Grupo Escolar Cervantes”, fue para casi todos los que por ahí pasamos, el momento del despertar al conocimiento de las letras, la geografía, la historia, el civismo, las matemáticas y todas las materias que en primaria se cursan, pero fue también la base importantísima de identificarnos como ciudadanos mexicanos, de conocer a nuestros héroes, de admirar su valentía y de siempre estar dispuestos a darle lo mejor a esta hermosa patria, que como le cantó López Velarde es: “Impecable y diamantina”, sin que logren mancharla la corrupción de tantos que nos han mal gobernado.
Yo me uno a esas voces que lo piden y sé que muchos son los que así lo desean. En algunas ocasiones, (dos hasta donde yo recuerdo) se les rindió a todo el grupo de maestros del Grupo Escolar Cervantes un homenaje. “En vida hermano, en vida”, pero esos eventos que para ellos fueron buenos, pasan y se olvidan, no así el nombre escrito en un teatro, museo, calle o puente, como quedó ya en Calafell allá en España, el recuerdo a el maestro Don José Bargés Barba, que no sólo tiene una calle su nombre, sino que quedó ahí mismo en un mosaico la imagen de este otro querido maestro, realizado por los alumnos que allá dejó. A quien corresponda, pedimos los exalumnos y muchos otros ciudadanos cordobeses, sea tomada en cuenta esta petición, para que el nuevo puente peatonal, que permitirá el paso a colonias que se encuentran marginadas, con el centro de la ciudad, lleve el nombre de este maestro que dio su vida y sus conocimientos a nuestra ciudad, contribuyendo con nuestro país a la educación inicial de muchos ciudadanos mexicanos que todos sabemos lo importante que eso es.
Graciela Z. de Camacho /El Mundo de Córdoba
México 22 de agosto, 2008
Aun cuando habrá algunas personas que conociendo la sencillez y la modestia con la que a nuestroprofesor le gustaba vivir, crean que esto no es necesario, yo estoy de acuerdo en que en esta ciudad adonde vivió y a la que amó y dio lo mejor de sí mismo, le rinda honor a su recuerdo poniéndole su nombre al puente recientemente construido por el rumbo donde el vivió.
Fue mi maestro quien me dio la luz del entendimiento, haciendo sus clases siempre amenas, mostrándome lo importante que es el saber, poniendo en cada uno de nosotros el deseo de superación y muy especialmente enseñándonos el amor a nuestra Patria del cual fue hijo adoptivo por voluntad propia.
Don Antonio fue un idealista que luchó hasta donde pudo por sus ideas y por su país y cuando la derrota fue eminente tomó rumbo hacia otra patria que le recibió con los brazos abiertos, pues Don Lázaro Cárdenas sabía bien que esta fuga de cerebros españoles contribuiría en nuestro país a su mejoramiento con los muchos conocimientos que traían. Estos refugiados españoles aumentaron en nuestro país el avance que ya México tenía, porque justo en esas épocas florecía la cultura mexicana en todos sentidos.
La vida en el colegio “Grupo Escolar Cervantes”, fue para casi todos los que por ahí pasamos, el momento del despertar al conocimiento de las letras, la geografía, la historia, el civismo, las matemáticas y todas las materias que en primaria se cursan, pero fue también la base importantísima de identificarnos como ciudadanos mexicanos, de conocer a nuestros héroes, de admirar su valentía y de siempre estar dispuestos a darle lo mejor a esta hermosa patria, que como le cantó López Velarde es: “Impecable y diamantina”, sin que logren mancharla la corrupción de tantos que nos han mal gobernado.
Yo me uno a esas voces que lo piden y sé que muchos son los que así lo desean. En algunas ocasiones, (dos hasta donde yo recuerdo) se les rindió a todo el grupo de maestros del Grupo Escolar Cervantes un homenaje. “En vida hermano, en vida”, pero esos eventos que para ellos fueron buenos, pasan y se olvidan, no así el nombre escrito en un teatro, museo, calle o puente, como quedó ya en Calafell allá en España, el recuerdo a el maestro Don José Bargés Barba, que no sólo tiene una calle su nombre, sino que quedó ahí mismo en un mosaico la imagen de este otro querido maestro, realizado por los alumnos que allá dejó. A quien corresponda, pedimos los exalumnos y muchos otros ciudadanos cordobeses, sea tomada en cuenta esta petición, para que el nuevo puente peatonal, que permitirá el paso a colonias que se encuentran marginadas, con el centro de la ciudad, lleve el nombre de este maestro que dio su vida y sus conocimientos a nuestra ciudad, contribuyendo con nuestro país a la educación inicial de muchos ciudadanos mexicanos que todos sabemos lo importante que eso es.
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