
La Visita
Francisco Javier Chaín Revuelta
Al emprender la descripción de la nueva visita del señor Manuel López Obrador a la ciudad de Córdoba, creóme obligado a tomar el hilo de la narración poco más atrás, empezando por mencionar que, por razones que no presentaré ahora sino más adelante, fui invitado por mi muy estimado amigo, junto con mi muy estimada amiga y otros colegas conocidos a unas sendas reuniones con el fin de ayudar a que la visita del ilustre “presidente legítimo” de este país estuviera “a la altura de las circunstancias” y se diera de una forma de lo más correcta y se lograra “una buena imagen” del partido y del “Frente Amplio Progresista” como se nombra a una alianza política opuesta al gobierno actual que surgió de un espantoso fraude electoral muy similar al que se dio hará 20 años, allá por los años 88 del siglo pasado, ya casi en la prehistoria o en el preantecedente de la dictadura que se ha forjado y crece a diario en esta especie de país.
Lo diré directo: Mi amigo gusta de su papel de organizador con tal pasión, que sin esa actividad podría sentirse como “si le faltara algo esencial a su persona” Así que llevó la voz de la reunión, repartió la propaganda impresa, explicó fluidamente las instrucciones para cada cual, eso sí, con tal delicadeza y tino, que cada uno de nosotros sentía que uno mismo había propuesto encargarse de esa actividad (Por supuesto que, siendo mi amigo y por ello conoce de “que pie cojeo” y de mi flojera, no me dió más encomienda que avisar de la visita a otros colegas que diseminan noticias por doquier) Mi amigo designó a quienes se encargaría de las impresiones, a quienes de las “mantas” y consignas, aquellos otros de las camisetas, otros de los brigadistas, aquellas de las mesas de recepción, unos más de la recolecta de fondos mínimos para enfrentar los gastos y otros etcéteras propios de este tipo de eventos masivos, públicos y al vapor. Debo mencionar que lo único firme de la visita era la fecha del viernes treinta de mayo del año ocho, lo demás era una probable hora y un probable teatro. Al otro día de la primera reunión, los periódicos del día anunciaban una entrevista a un personaje que gusta de aparecer como vocero del partido (muchos así lo consideran a este personaje, como el vocero del partido, pero si indagaran a fondo de su tal representación, de su validez, caerían en cuenta que dicha representación sólo es la inercia de la representación que alguna vez tuvo, ya que actualmente el partido lleva muchos años (algunos dicen que desde su fundación) discutiendo quien es realmente el presidente nacional o estatal o municipal, o delegado oficial, o representante de este partido. Por lo pronto, créame Usted que en esta ciudad de Córdoba el partido carece de domicilio, y si uno al carecer de domicilio puede vanagloriarse de nombrarse vagabundo o paria, pues el partido no lo piensa así, es decir, no se cree vago ni paria, y los personajes que se consideran a si mismos sus representantes o presidentes se autonombran, así sin pudor ni domicilio “Segunda fuerza política del país” ¡Si señor! ¡No faltaba más!
Pues bien, seguiré con está introducción diciéndoles que le tocó a Angélica, que es una de las reportera del diario del pueblo, entrevistar a la inercia representativa del partido que lleva Juan Carlos por nombre. Confirmó durante tal audiencia, dada en la mesa de un café del portal del centro del pueblo, que la visita del Sr. López Obrador sería para el mismo día que se nos dijo en la reunión, (treinta de mayo) Coincidió en no saber hora y lugar aunque mencionó que quizá fuera, tal como se dijo en la reunión, el auditorio Manuel Suárez que pertenece a la Escuela Secundaria. Aventuró (luego sabríamos que no era verdad) que ese mismo día visitaría el municipio vecino de Ciudad Mendoza (La verdad fue que visitó, ese mismo día, Córdoba, Xalapa y el Puerto de Veracruz) Le dijo este personaje a Angélica, muy posicionado de su papel, que el Presidente legítimo, ya sin comillas, tomaría ese día “protesta a las Brigadas de Defensa del Petróleo, con la que dará a conocer la propuesta del Frente Amplio Progresista (FAP), que propone crear un comité anticorrupción. Las brigadas se integrarán por 10 personas, con un coordinador, quienes tocarán casa por casa para explicarle a la ciudadanía su rechazo a la propuesta de Reforma Energética del Gobierno federal” todo eso explicó campechanamente, como si fuera un hecho, el tal “representante” político mientras se despachaba a media mañana una dura jornada de trabajo degustando un café propio de la región. ¡Si señor! ¡Seguramente el tal señor declarante no le tocará tocar las puertas de cada una de las casas! Imagínese Usted la escena: “toc toc, ya vine, vengo a explicarle porque me opongo a la propuesta de la reforma energética” imagine, entre tantas respuestas que a usted se le puedan ocurrir, aquella que a mi se me ocurrió: “No me joda y póngase a trabajar, ya sabemos como nos tienen jodidos el gobierno y ya sabemos como nos seguirán jodiendo hasta que todo esto reviente por si sólo.” Total que la Angélica reportera no sacó nada en claro mas que al individuo ufanarse que “quien quisiera ser brigadista tendría que dirigirse con él, o con un tal Ojeda (que no he llegado, por fortuna, a conocer) o con Delgado (ese si lo conozco ¡y bien! y funge como presidente del partido que no tiene domicilio) o un tal Sierra (a ese lo conozco de vista, y antes era del partido amarillo y ahora es naranja) y claro que todo es una burla para las personas que hipotéticamente quisieran ser “brigadistas” ya que ¿Dónde encontrar a estos sujetos que se dicen representantes? ¿Usted lo sabe mi amigo? ¡A media mañana en el café del centro es donde debo encontralos? Todo esto de la entrevista a tal representante no venia al caso contárselas, pero era necesario la refiriera para hacer mención que existían (o existen) otros actores, como mi estimado amigo, que andaban en trotes parecidos, pero que andaban en pasos demasiado ostentosos en contraste a los de mi estimado amigo, que trabaja con humildes pero seguros pasos más guiado por la pasión que por el interés. La segunda reunión ya fue más breve, por mis ocupaciones de esos días sólo pude asomarme unos minutos, cargué un ciento de volantes contra la “privatización del petróleo” que durante uno o dos días repartí entre las personas que se me cruzaron por los calles que camino. Mi amigo y sus fieles activistas terminaron de informar como culminarían las tareas asumidas y se prepararon para tal visita del tal viernes, que si me permite el tiempo les seguiré contando en la siguiente oportunidad y entrega.
Al emprender la descripción de la nueva visita del señor Manuel López Obrador a la ciudad de Córdoba, creóme obligado a tomar el hilo de la narración poco más atrás, empezando por mencionar que, por razones que no presentaré ahora sino más adelante, fui invitado por mi muy estimado amigo, junto con mi muy estimada amiga y otros colegas conocidos a unas sendas reuniones con el fin de ayudar a que la visita del ilustre “presidente legítimo” de este país estuviera “a la altura de las circunstancias” y se diera de una forma de lo más correcta y se lograra “una buena imagen” del partido y del “Frente Amplio Progresista” como se nombra a una alianza política opuesta al gobierno actual que surgió de un espantoso fraude electoral muy similar al que se dio hará 20 años, allá por los años 88 del siglo pasado, ya casi en la prehistoria o en el preantecedente de la dictadura que se ha forjado y crece a diario en esta especie de país.
Lo diré directo: Mi amigo gusta de su papel de organizador con tal pasión, que sin esa actividad podría sentirse como “si le faltara algo esencial a su persona” Así que llevó la voz de la reunión, repartió la propaganda impresa, explicó fluidamente las instrucciones para cada cual, eso sí, con tal delicadeza y tino, que cada uno de nosotros sentía que uno mismo había propuesto encargarse de esa actividad (Por supuesto que, siendo mi amigo y por ello conoce de “que pie cojeo” y de mi flojera, no me dió más encomienda que avisar de la visita a otros colegas que diseminan noticias por doquier) Mi amigo designó a quienes se encargaría de las impresiones, a quienes de las “mantas” y consignas, aquellos otros de las camisetas, otros de los brigadistas, aquellas de las mesas de recepción, unos más de la recolecta de fondos mínimos para enfrentar los gastos y otros etcéteras propios de este tipo de eventos masivos, públicos y al vapor. Debo mencionar que lo único firme de la visita era la fecha del viernes treinta de mayo del año ocho, lo demás era una probable hora y un probable teatro. Al otro día de la primera reunión, los periódicos del día anunciaban una entrevista a un personaje que gusta de aparecer como vocero del partido (muchos así lo consideran a este personaje, como el vocero del partido, pero si indagaran a fondo de su tal representación, de su validez, caerían en cuenta que dicha representación sólo es la inercia de la representación que alguna vez tuvo, ya que actualmente el partido lleva muchos años (algunos dicen que desde su fundación) discutiendo quien es realmente el presidente nacional o estatal o municipal, o delegado oficial, o representante de este partido. Por lo pronto, créame Usted que en esta ciudad de Córdoba el partido carece de domicilio, y si uno al carecer de domicilio puede vanagloriarse de nombrarse vagabundo o paria, pues el partido no lo piensa así, es decir, no se cree vago ni paria, y los personajes que se consideran a si mismos sus representantes o presidentes se autonombran, así sin pudor ni domicilio “Segunda fuerza política del país” ¡Si señor! ¡No faltaba más!
Pues bien, seguiré con está introducción diciéndoles que le tocó a Angélica, que es una de las reportera del diario del pueblo, entrevistar a la inercia representativa del partido que lleva Juan Carlos por nombre. Confirmó durante tal audiencia, dada en la mesa de un café del portal del centro del pueblo, que la visita del Sr. López Obrador sería para el mismo día que se nos dijo en la reunión, (treinta de mayo) Coincidió en no saber hora y lugar aunque mencionó que quizá fuera, tal como se dijo en la reunión, el auditorio Manuel Suárez que pertenece a la Escuela Secundaria. Aventuró (luego sabríamos que no era verdad) que ese mismo día visitaría el municipio vecino de Ciudad Mendoza (La verdad fue que visitó, ese mismo día, Córdoba, Xalapa y el Puerto de Veracruz) Le dijo este personaje a Angélica, muy posicionado de su papel, que el Presidente legítimo, ya sin comillas, tomaría ese día “protesta a las Brigadas de Defensa del Petróleo, con la que dará a conocer la propuesta del Frente Amplio Progresista (FAP), que propone crear un comité anticorrupción. Las brigadas se integrarán por 10 personas, con un coordinador, quienes tocarán casa por casa para explicarle a la ciudadanía su rechazo a la propuesta de Reforma Energética del Gobierno federal” todo eso explicó campechanamente, como si fuera un hecho, el tal “representante” político mientras se despachaba a media mañana una dura jornada de trabajo degustando un café propio de la región. ¡Si señor! ¡Seguramente el tal señor declarante no le tocará tocar las puertas de cada una de las casas! Imagínese Usted la escena: “toc toc, ya vine, vengo a explicarle porque me opongo a la propuesta de la reforma energética” imagine, entre tantas respuestas que a usted se le puedan ocurrir, aquella que a mi se me ocurrió: “No me joda y póngase a trabajar, ya sabemos como nos tienen jodidos el gobierno y ya sabemos como nos seguirán jodiendo hasta que todo esto reviente por si sólo.” Total que la Angélica reportera no sacó nada en claro mas que al individuo ufanarse que “quien quisiera ser brigadista tendría que dirigirse con él, o con un tal Ojeda (que no he llegado, por fortuna, a conocer) o con Delgado (ese si lo conozco ¡y bien! y funge como presidente del partido que no tiene domicilio) o un tal Sierra (a ese lo conozco de vista, y antes era del partido amarillo y ahora es naranja) y claro que todo es una burla para las personas que hipotéticamente quisieran ser “brigadistas” ya que ¿Dónde encontrar a estos sujetos que se dicen representantes? ¿Usted lo sabe mi amigo? ¡A media mañana en el café del centro es donde debo encontralos? Todo esto de la entrevista a tal representante no venia al caso contárselas, pero era necesario la refiriera para hacer mención que existían (o existen) otros actores, como mi estimado amigo, que andaban en trotes parecidos, pero que andaban en pasos demasiado ostentosos en contraste a los de mi estimado amigo, que trabaja con humildes pero seguros pasos más guiado por la pasión que por el interés. La segunda reunión ya fue más breve, por mis ocupaciones de esos días sólo pude asomarme unos minutos, cargué un ciento de volantes contra la “privatización del petróleo” que durante uno o dos días repartí entre las personas que se me cruzaron por los calles que camino. Mi amigo y sus fieles activistas terminaron de informar como culminarían las tareas asumidas y se prepararon para tal visita del tal viernes, que si me permite el tiempo les seguiré contando en la siguiente oportunidad y entrega.
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